La mayoría de los proyectos musicales fracasan antes de empezar porque no están dirigidos a una audiencia bien definida, acotada y concreta.
En el mercado musical el éxito es una excepción. Y lanzar un producto musical hacia el público equivocado o intentar alcanzar a todo el mercado es el camino directo hacia la irrelevancia.
El artista necesita superar ese punto de inflexión que le sitúa en el mapa de una escena musical. Necesita reunir una masa crítica; un grupo de personas –receptivas al producto musical– que hagan saltar una chispa para captar la atención e interés suficiente y que el proyecto musical perdure en la mente del público.
Identificar a ese grupo (público objetivo) es la clave; porque son las personas que pueden comenzar a hablar del grupo y generar un movimiento a su alrededor.
Estrategia de diferenciación: ser tú mismo
Antes de hablar sobre cómo identificar al «público objetivo» permíteme dos consideraciones:
- Cada uno de nosotros somos únicos.
- El artista debería ser libre a la hora de crear su obra y olvidar al público durante este proceso.
Teniendo en cuenta estas dos máximas y que el mercado musical está hipersaturado, ser original y genuino es una gran ventaja.
Conviene realizar un profundo análisis del producto musical e identificar los atributos del artista o grupo, con la finalidad de resaltar y mostrar sus particularidades ante un público potencialmente afín.
Explotar la singularidad favorece las posibilidades de encontrar un nicho en el mercado musical.
Sabina, Victor Wooten o Patti Smith son incopiables. ¿Son los mejores en sus campos? Quién podría juzgarlo. Pero un hecho es seguro: son artistas auténticos.
¿Quiénes son tus fans potenciales?
Para poder impactar con tu proyecto musical de manera eficaz debes estrechar el foco –como si fuera un láser– sobre un conjunto de personas con ciertas características en común y un determinado nivel de homogeneidad.
Los clásicos criterios de segmentación del marketing son útiles para crear el perfil de tus seguidores potenciales.
Criterios sociodemográficos
- ¿Cuál es su género?
- ¿Qué edad tienen?
- ¿Dónde residen?
- ¿Qué posición ocupan en su hogar?
- ¿Cuál es su nivel de estudios?
Criterios socioeconómicos
- ¿En qué situación laboral se encuentran?
- ¿Cuál es su nivel de ingresos?
- ¿Cuál es su renta disponible después de cubrir las necesidades básicas?
- ¿A qué clase social pertenecen?
Criterios psicográficos
- ¿Qué rasgos conforman su personalidad?
- ¿Qué les motiva? ¿enfada? ¿preocupa?
- ¿Cuáles son sus hábitos de consumo?
- ¿Qué les gusta e interesa?
- ¿Qué actividades realizan?
- ¿Cuál es su comportamiento en medios sociales?
- ¿Cuáles son sus fuentes de información?
- ¿Quién puede influir sobre ell@s?
Buscas el conjunto de personas más amplio con características comunes (y afín a tu proyecto musical) para dirigir tus acciones de comunicación y marketing a ese nicho de mercado en concreto.
Compilar datos –cuantitativos y cualitativos– en un único documento escrito es el primer paso para dar respuesta a los criterios de segmentación y definir el perfil de tus seguidores potenciales.
¿Por dónde empezar?
Emplear datos de analítica digital
Extrae datos estadísticos del sitio web del artista o grupo de música mediante Google Analytics (o cualquier otra herramienta de analítica web) y de sus perfiles sociales para identificar el segmento más amplio de seguidores.
Edad, sexo, ciudades en las residen, páginas que envían tráfico hacia el sitio web, contenidos más relevantes, días y horas de mayor tráfico… la analítica web te proporciona infinidad de información acerca de tus seguidores como muestran las siguientes capturas.





Examinar al público que asiste a tus conciertos
Observa al público más entregado en tus actuaciones en directo. Centra tu atención en las personas que se emocionan con tu música, excluyendo familia y amigos.
Escuchar a las personas que vibran con tu música es el mejor modo de recabar difíciles datos de obtener sobre el comportamiento (criterios psicográficos), relacionados con la personalidad, el estilo de vida y el sistema de valores.
No dudes en propiciar conversaciones con ellos al finalizar cada actuación.
Monitorizar la actividad de artistas y grupos similares
Selecciona grupos y artistas con los que compartas estilo musical y sonido (en términos generales), cuyo proyecto musical esté situado unos pocos peldaños por encima del tuyo.
Seguir su actividad te ayudará a determinar quiénes pueden ser tus seguidores.
En qué ciudades y salas actúan, qué tipo de público asiste a sus conciertos, quién interactúa con ellos en redes sociales, cómo es su sitio web y cuál es su actividad en redes sociales como músico…
Enamórate de tus fans
Definir correctamente el público objetivo es una piedra angular del plan de marketing en la música y en cualquier sector.
Enamórate de tus fans, estudia cómo son y cómo se comportan. Porque reunir y conectar tu nicho de mercado es la clave para impulsar un movimiento acerca de tu proyecto musical. Como cantaba Springsteen: «You can’t start a fire without a spark».
Como siempre, interesante y pormenorizado artículo. Muchísimas gracias por el aporte.
¡Gracias Ricardo! Me alegra saber que el post te resulta interesante.
Excelente artículo. Gracias por compartir este interesantísimo análisis.
Personalmente considero que los elementos psicográficos que se describen son fundamentales para plantear una estrategia, ya que el fan necesita en la mayoría de los casos identificarse con el artista (en esto hay excepciones, claro) y esto se produce desde múltiples perspectivas que exceden lo estrictamente musical: imagen personal, el mensaje que transmite su música, sus opiniones en entrevistas y en redes sociales…
Pero por encima de todo, seguimos necesitando que la propuesta musical obtenga el halo de autenticidad que la valida dentro de un grupo determinado.
No olvidemos que el fan en muchos casos emplea la música como vehículo de integración en el grupo en el que se desenvuelve, y declararse seguidor de un determinado artista aporta valor a su imagen personal.
Así es Marco; los criterios psicográficos son clave para establecer una conexión emocional público–artista. Y en el ámbito social, la información que compartimos nos define a nosotros mismos, incluyendo nuestros intereses musicales.